Tangos para Agus

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El caballero cantor

Dicen que Plutón emergió del Inframundo a través de una cueva en una pequeña laguna llamada Pergusa, ubicada en el centro de Sicilia. Allí raptó a su sobrina, Proserpina, hija de Ceres y Júpiter, y se la llevó a vivir con él al reino de los Infiernos.

Luca Giordano (1634 – 1705): Rapto de Proserpina (Palazzo Medici-Riccardi, Florencia)

El compositor argentino Juan José Castro (1895 – 1968) escribió una ópera en tres actos, llamada «Proserpina y el Extranjero», estrenada en el teatro Alla Scala de Milán el 17 de marzo de 1952, pero cuya acción se desarrolla en los arrabales de Buenos Aires, y que contiene secciones claramente tangueras. Pero esa es otra historia.

Volvamos a la escena del crimen. Alrededor de una laguna con tanta alcurnia, se atrevieron a crear un autódromo, que fue sede de Fórmula 1 entre 1962 y 1965, y que todavía se sigue utilizando.

A apenas 5 kilómetros, sobre una colina que domina el paisaje, se encuentra la hermosa ciudad de Castrogiovanni, que desde 1926 se denomina Enna.

W. L. Leitch: «Castro Giovanni» (grabado en plancha de acero, aprox. 1840)

A unos 60 km al noreste, aunque a casi 80 km por ruta, está el pueblo de Troina, que fue casi completamente destruido durante una batalla de seis días de la Segunda Guerra Mundial. Hoy, Troina es conocida por vender casas por un euro, en un intento por salvarse de la desaparición.

Troina (Enna, Sicilia)

El 13 de febrero de 1891 nació en Troina un niño, llamado Andrea, de padres desconocidos. Fue adoptado por Soccorsa Salomone, con quien llegó a Buenos Aires en el vapor «Antonina» el 13 de mayo de 1901, procedente de Genova. En la oficina de inmigraciones quedó registrado como Andrea Carcini, de oficio agricultor.

Habiendo adoptado el nombre de Andrés, se traslada a la zona de Carlos Tejedor, donde se dedica a las tareas del campo, como gaucho boyero (conductor de bueyes) y resero (cuidador de reses).

Emilio Jacinto Sarniguet (1887 – 1943): «El gaucho resero», en su emplazamiento inicial (1932)

En 1907, con más de gaucho que de inmigrante italiano, con poca educación formal, pero con buena voz y habilidad para el canto, Andrea regresa a Buenos Aires. Se instaló en la calle Artes y Oficios (actual Quintino Bacayuva) 567, en el barrio de Almagro. En el mismo barrio vivía José Betinotti (1878 – 1915), el «último payador», a quien conoció y tomó como modelo.

José Betinotti (Buenos Aires, 1878 – 1915)

Adoptando el nombre artístico de Ignacio Corsini, nuestro aún joven cantor en ciernes, comenzó su larga carrera artística.

En 1936, grabaría un tema de Sebastián Piana y Homero Manzi, dedicado a su modelo artístico…

Ignacio Corsini con las guitarras de Maciel, Pagés y Pesoa: «Betinotti» (27 de junio de 1939).

Se presentaba en la ciudad y en giras que realizaba por el interior de la provincia, muchas veces acompañando a las compañías de José Podestá o José Arriagada, o a los circos de Casano, Cassell, Colombo, o Pacheco. Justamente, en 1911 se casó con quien sería el gran amor de su vida, Victoria Pacheco, hija del empresario circense, José Pacheco.

Victoria Pacheco e Ignacio Corsini

En 1913 se encontró con Carlos Gardel en Bahía Blanca, quien estaba haciendo una gira por la provincia, también como cantor campero (Todavía ninguno de los dos había descubierto al tango). Desde entonces, serían grandes amigos.

A Carlitos lo conocí en el año 1913, allá en Bahía Blanca, y desde entonces nuestra amistad jamás decayó. Por el contrario, cada uno de nosotros estuvo siempre pronto para acudir en ayuda del que necesitara algo.

Entrevista a Corsini en la Revista «La cumparsita» (número 38 del 3 de junio de 1954)

Ya por ese entonces, Corsini había comenzado a grabar para el sello Víctor, y a actuar en películas mudas, como «Santos Vega» y «¡Federación o Muerte!», ambas de 1917. También seguía actuando y cantando junto a su esposa, como en esta función de «En un pingo pangaré» de A. Lagazzio y Antonio Podestá.

Quizás, su primera grabación de tango sea «Un lamento», de Graciano De Leone y Pedro Numa Córdoba.

Ignacio Corsini: «Un lamento» (1920), lanzamiento el 20 de marzo de 1921.

Su consagración se produjo el 12 de mayo 1922 en el Teatro Apolo. En una escena del sainete «El bailarín del cabaret», Corsini estreno un tango de Manuel Romero y Manuel Jovés, llamado «Patotero sentimental», y lo hizo tan bien, …

…con tanta convicción en su canto y en su rol, que sin mucho esfuerza el público se avino a convertir la imagen bárbara del patotero en la menos dura de un “seductor” desaprensivo. Después de la formidable ovación que coronó el tango, y en el primer bis, el patotero de Corsini era ya un conmovedor amante atormentado ganándose la adhesión de la sala entera.

Francisco García Jiménez: «Así nacieron los tangos» (Corrregidor, Buenos Aires, 1981), página 146.
Ignacio Corsini (1922)

Corsini se había adelantado al estreno, grabando este tango el 29 de marzo para el sello Odeón, acompañado por la orquesta de Roberto Firpo. El éxito de ventas fue instantáneo…

Ignacio Corsini con la orquesta de Roberto Firpo: «Patotero sentimental» (1922)

Y, con este gran éxito, Corsini comenzaría una carrera asombrosa. Grabaría 270 tangos, 50 valses, además de milongas, estilos, zambas, tonadas, rancheras, pericones, habaneras, foxtrots, etc.

Corsini y sus guitarristas grabando en los estudios de Max Glücksmann (aprox. 1930)

El 5 de mayo de 1927, desde el escenario del Teatro Cómico, popularizó un tema que hoy es sinónimo de tango a nivel mundial. Me refiero a «Caminito», compuesto el año anterior por Juan de Dios Filiberto y Gabino Coria Peñaloza.

Ignacio Corsini: «Caminito» (14 de mayo de 1927)

Con Gardel estaban siempre cabeza a cabeza con el estreno en disco de los tangos de moda. Con «Caminito», Corsini le gano por apenas dos meses, ya que él la grabó el 14 de mayo y la grabación de Gardel es del 20 de julio.

La popularidad de Corsini fue enorme y duradera. Como ejemplo, se puede recordar que, en 1936, la revista El Suplemento organizó un concurso para elegir al Principe de la Canción. El premio lo ganó Ignacio Corsini.

Corsini recibiendo el premio «Principe de la Canción» (1936).

Otro de los grandes éxitos de Corsini fue, sin duda, el vals «La pulpera de Santa Lucía», de Enrique Maciel y Héctor Blomberg, que grabó el 22 de abril de 1929 para el sello Odeón.

Ignacio Corsini: «La Pulpera de Santa Lucía» (1929)

El habernos dado estos tres «clásicos» ya sería suficiente para demostrar la trascendencia de Ignacio Corsini en la historia del Tango. Pero, a diferencia de sus dos compañeros del trio de oro, su carrera fue larga y prolífica, y hay muchos otros temas para destacar.

Dicen que toda comparación es odiosa, pero aquí va el famoso tango «Sentimiento Gaucho» de Francisco y Rafael Canaro, con letra de Juan Andrés Caruso, grabado por Carlos Gardel y por Ignacio Corsini en 1925 con acompañamiento de guitarras.

Carlos Gardel: «Sentimiento gaucho» (1925)
Ignacio Corsini: «Sentimiento Gaucho» (1925)

«¿Dónde estás corazón?» es una canción escrita por el barcelonés Luis Martínez Serrano y estrenado el 1924 por Daniel Arroyo en el Teatro Regis de México. En 1926, el bandoneonista Augusto Berto estaba realizando una gira por América Latina, y de paso por México acordó con Martínez Serrano la adaptación de esa canción al estilo de tango. En 1930, de regreso en Buenos Aires, consiguió que Corsini lo grabara, lo que le dio a este tango «mexicano» su impulso definitivo.

Ignacio Corsini: «¿Dónde estás corazón? (25 de junio de 1931)

En 1939 Corsini estrenó «Cuartito azul», el primer gran éxito de Mariano Mores, con letra de Mario Battistella.

Ignacio Corsini: «Cuartito Azul» (26 de junio de 1940)

Corsini también actuaría en varias películas sonoras, como «El dolor del gaucho» (1931), el «Ídolos de la Radio» (1934) y «Fortin Alto» (1941).

Ignacio Corsini en la película «El dolor del gaucho» (1931)

Corsini también escribió varios tangos, ya sea como músico o letrista. Un buen ejemplo es «Aquel cantor de mi pueblo», de 1954, con música de Enrique Maciel.

Corsini con sus guitarristas, Enrique Maciel (a la izquierda), Pagés y Pesoa.

Ya no le tocó a él llevarlo al disco, sino a otro cantor, llamado Edmundo Rivero.

Edmundo Rivero: «Aquel cantor de mi pueblo» (1954)
Sólo la desesperanza
anida en mi alma doliente,
ella se fue de mi vida,
yo voy con rumbo a la muerte.
Me acompañan en mi noche,
triste en la sombra callada,
mi amiga, la soledad,
y mi guitarra enlutada.

Al escuchar estos versos, uno se pregunta si se refieren a alguien en particular. La triste respuesta es que Corsini está hablando de sí mismo. El fallecimiento de su amada esposa lo sumió en una profunda tristeza. Decidió dejar el canto con una despedida memorable.

“El 28 de mayo de 1949, Corsini dice adiós a su público en una memorable audición transmitida por Radio Belgrano. El programa se llamaba “Argentinidad”, y junto a Juan de Dios Filiberto, Abel Fleury y Fernando Ochoa, actúa por última vez cantando El arriero, Vengo a contarte mis penas, Soy un gaucho peregrino, La pulpera de Santa Lucía y Por el camino, la samba de Carlos Vicente Geroni Flores, que marcara curiosamente el comienzo y la despedida de su labor radiofónica. Esa temporada se prolongó dos meses, desde el 2 de abril al 28 de mayo. El sábado 21 se transmitió para la Antártida Argentina y Tierra del Fuego. Mas tarde, los marinos de esas lejanas regiones a quienes fue dedicada la audición habrían de expresar fervorosamente su reconocimiento a Ignacio, mediante una comunicación a través de sus equipos de radio, que fue reproducida en cadena por Belgrano. Durante estas transmisiones, el Caballero Cantor interpretó en total 64 composiciones: 15 milongas, 14 valses, 9 zambas, 20 canciones camperas, 3 estilos, 1 pasillo colombiano, 1 gato patriótico y solamente un tango, El adiós. Fue una ratificación de argentinidad, como si quisiera dejar sentada definitivamente en el momento de su retiro, su condición de cantor criollo y su fervor de artista enamorado de su tierra.”

Ignacio Corsini (hijo): “Ignacio Corsini, mi padre” (Todo es Historia. Abril 1979).
Transmisiones de despedida de Ignacio Corsini por radio Belgrano (1949).

Nunca más volvería a cantar. Sólo salió de su autoimpuesto ostracismo para un homenaje que le realizaron en 1959 en el programa «Volver a vivir», de canal 7.

Corsini, en el programa «Volver a vivir», junto al presentador Carlos D´Agostino (izq.).

El 26 de julio de 1949, aproximadamente las cinco de la tarde, en su casa de Otamendi 676 (que todavía permanece casi intacta), acompañado por su hijo y sus dos nietos, falleció el «caballero cantor», aquel que tenía

... dolor de ausencia en los ojos, 
un sol radiante en su pelo, 
romántico y soñador.

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